Calor en las mejillas,
sudor bajando por la frente,
el estómago retorcido,
y el corazón punzando en el pecho.
Para algunos, hablar.
Para otros, mirar.
Para muchos, intentar.
Que no te importe lo que digan,
que se te olvide lo que piensen,
que no guíen tu vida palabras ajenas.
¿Pero dónde guardo el sentimiento?
¿Dónde escondo el malestar?
Si se
(
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